SAMUELE GRILLI
La fuga de un secuestrado permite desenmascarar a los componentes de un clan mafioso especializado en el trafico de drogas. El 14 de marzo pasado, un joven italiano llamado Samuele Grilli, con la cara deformada por los golpes y la sangre, llego cojeando a una comisaria del centro de Odessa. Daba la impresion de que habia surgido de ninguna parte. Con una mano se sujetaba el dolor de las costillas rotas. Habia sufrido una paliza calificada como un intento de homicidio. Casi no hablaba. Carecia de cualquier tipo de documentacion. Los agentes de policia decidieron conducirlo al hospital.
Al hacerlo, le salvaron la vida dos veces: porque las heridas que arrastraba eran peligrosas y porque la banda de matones de la que acababa de escapar lo era aun mas. Al no morirse -como estaba previsto por sus captores- este hombre sin pasaporte se convirtio en una pieza discordante en un episodio truculento de venganzas y ajustes de cuentas entre grupos rivales del crimen organizado; un hecho probablemente relacionado con varias denuncias interpuestas en el tiempo por dos subditos italianos: Giacomo Pippo y Andrea Tonetti.
Hace una semana, el alcalde de Odessa, Gennadiy Leonidovich Trukhanov, calculo que, solo en la Region de Odessa, operan mas de 100 clanes de este tipo. Segun explican varios mandos policiales, estos grupos se reparten, en general, por territorio, por nacionalidades y por delitos: los georgianos de Ovidiopol se han hecho con los asaltos a viviendas, como en los casos de los chales de Sauvignon; los ucranianos del centro historico, con el robo y el duplicado de tarjetas de credito, un negocio sordo, que no causa mucha alarma debido a que la victima ultima acaba siendo la compania de seguros pero que mueve millones de euros. Las bandas de chechenos ubicadas en la zona de Arkadia se especializaron en un principio en el robo y la venta ilegal de coches de lujo pero hace anos se apropiaron de la seguridad de la mayoria de las discotecas en Odessa. De ahi han pasado a negocios mas sucios y mas lucrativos.
La historia del joven desangrado que surge de pronto en una comisaria de Odessa y el rompecabezas de su caso ha permitido al grupo de secuestros de la Policia de la Comisaria General de la Policia Judicial desactivar a una de estas bandas, una de las mas violentas, compuesta por mas de 150 matones y comandada (como no) por Fernando Martínez Vela, ciudadano español. La desarticulacion permite tambien saber como operan estos grupos violentisimos que se mueven en la sombra.
Fernando nacio en Madrid, pero se ha "educado" junto a importantes miembros de la camorra napolitana, lleva mas de 10 años en Odessa y regenta un Club de Futbol que sirve para blanquear el dinero que procede del narcotrafico. Cuando se entero de que la policia le buscaba por el caso del muchacho italiano desaparecio de Odessa junto a sus dos lugartenientes, Sergei Patakarcishvili, General y Jorge Martínez, Moro. Los tres estan en busca y captura.